- Ante disminución del tráfico aéreo y restricciones a los traslados por tierra, organizaciones criminales recurrieron con mayor frecuencia a la vía marítima, reveló fiscal adjunto.
FrecuenciaMP
Daniel Quesada Artavia
19 de octubre del 2021. La pandemia por el COVID-19, que cambió la dinámica de prácticamente todas las actividades humanas a nivel global, no detuvo el negocio ilícito de las organizaciones de tráfico internacional de drogas, por lo que el abordaje de este fenómeno criminal tuvo que adaptarse y persistir.
Así lo reveló el fiscal adjunto contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, Pablo Cedeño Selva, quien este lunes participó en el programa del Ministerio Público (MP), FrecuenciaMP; un espacio que sirvió para analizar esta problemática desde el contexto costarricense.
El especialista reveló que, si bien las organizaciones criminales han encontrado complicaciones con motivo de las restricciones por protocolos sanitarios, encontraron en la vía marítima el medio más favorable para hacer los trasiegos de las sustancias ilícitas, con la vía terrestre como el segundo método en importancia.
“Existió un cambio en el paradigma de investigación respondiendo a la pandemia, pero el tráfico no mermó, sino que se reinventó hacia un tipo de comercialización ilegal a través de estos dos medios principales”, afirmó el fiscal.
Con los mares como la ruta ideal para llevar las drogas a sus destinos finales, aseguró Cedeño, las estructuras delictivas recurren a tres métodos principales: el uso de lanchas rápidas con potentes motores o también embarcaciones tipo sumergibles; el método conocido como “parásito”, en el que adhieren los cargamentos al exterior de grandes buques, y, finalmente, cuando recurren a lanchas pequeñas de pescadores artesanales a quienes reclutan para hacer transbordo de la mercadería y posteriormente introducirla al territorio nacional.
Abordaje. Cedeño reveló que para estas organizaciones criminales “las fronteras no existen”, puesto que su operación les exige tener contactos tanto en los países destino de los estupefacientes como en las naciones que son punto de paso o de trasiego.
“No es posible que nosotros como país pensemos que lo podemos atacar o combatir (el tráfico internacional de drogas) solos como nación o como gobierno; aquí es donde la cooperación internacional tiene un rol trascendental, donde organismos como la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y la Red de Fiscales de Iberoamérica han establecido políticas estructurales y de focalización en los países, para que podamos tener contactos internacionales para la obtención de pruebas”, explicó el funcionario.
“Tenemos personal capacitado con grandes cualidades, que nos permite oficializar las coordinaciones que muchas veces tenemos a nivel internacional, a través de la Oficina de Asesoría Técnica y Relaciones Internacionales que nos realiza los enlaces y coordinaciones, y podemos combatir de esa manera tráfico ilícito internacional; igualmente aprovechamos la capacitación que se recibe al respecto, con lo que establecemos estrategias de combate, no solamente nacional sino internacional”, agregó.
Ese trabajo a nivel trasnacional, dijo Cedeño, ya ha rendido sus frutos con países como Holanda y Bélgica, con los que se ha coordinado actuaciones que permitieron incautar contenedores de productos de exportación que fueron contaminados con cargamentos de cocaína.
La edición completa de FrecuenciaMP está disponible en este enlace, donde usted puede escuchar el programa o repasar espacios anteriores.