Sharon Hernández Coto
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04 de agosto del 2022. Por segunda ocasión, la Fiscalía Adjunta de Limón demostró que Caín Gutiérrez Alfaro es responsable del homicidio de Walter Nelson Antay Rodríguez, por lo que fue sentenciado a 44 años de cárcel. La pena fue impuesta por el Tribunal Penal de la zona, en un juicio de reenvío que finalizó este 03 de agosto.
La primera vez, el Tribunal Penal había dictado una sentencia absolutoria a favor de otras personas, por lo que la Fiscalía apeló la resolución. Debido a que la defensa de Gutiérrez también había apelado la condena dictada, el Tribunal de Apelación de la Sentencia ordenó realizar un nuevo juicio.
De esta manera, el Ministerio Público logró reconfirmar la culpabilidad de Gutiérrez por el asesinato, y evidenció que los imputados Baltodano Gutiérrez y Alfaro Zúñiga, por su parte, son responsables de cometer el delito de falsedad ideológica.
De esta manera, el Tribunal Penal sentenció a Baltodano a tres años de prisión y a Alfaro a un año de cárcel. El Tribunal de Juicio les otorgó el beneficio de ejecución condicional, por lo que no cumplirán la pena en prisión, sin embargo, no podrán cometer delito alguno, ya que, de lo contrario, se podría revocar dicho beneficio.
El caso. Durante el juicio, el representante fiscal demostró que el imputado Gutiérrez Alfaro elaboró un plan que le permitió apoderarse de los bienes y propiedades de la víctima sin levantar sospechas de sus familiares ni de las autoridades.
En marzo del 2011, estando en Estelí, Nicaragua, el imputado dio muerte a Rita Raquel Rostrán Fajardo, quien había sido pareja de Antay, y la sepultó en su propia vivienda.
Posterior a la muerte de la ofendida, Gutiérrez, mediante datos falsos, suscribió en Nicaragua un poder que le permitiría hacerse cargo de los bienes y negocios de la ofendida y, además, se hizo cargo de la guarda y crianza del hijo de la mujer, quien además es hijo de la víctima de esta causa.
En abril del 2016, el acusado ingresó a Costa Rica de manera irregular, en compañía del hijo de los ofendidos; ambos llegaron a Limón, propiamente a la casa de Antay, donde Gutiérrez se ganó la confianza del hombre y se involucró en sus actividades comerciales, así como en su entorno social y familiar.
La prueba presentada por el despacho permitió determinar que, como parte del plan, el 31 de julio del 2018, el imputado se presentó al Registro Civil, sede Limón, donde indujo a error al registrador, quien insertó una fotografía de Gutiérrez en el documento de identificación del hijo de Antay.
Posteriormente, entre el 01 de setiembre y el 12 de diciembre del 2018, el imputado utilizó un arma de fuego y asesinó a Antay, tras dispararle en el tórax. Luego ocultó el cuerpo de la víctima en bolsas plásticas y lo introdujo a un congelador que estaba en la casa del ofendido.
La acusación fiscal acreditó que, para desviar la atención de los familiares y amigos del ofendido, Gutiérrez les hizo creer que la víctima se había ido de Limón y que lo había dejado a cargo de todas sus propiedades y de la custodia de su hijo.
Entre el 17 de octubre y el 12 de diciembre del 2018, el imputado hizo algunos trámites administrativos y, a pesar de la ausencia de Antay, con la colaboración de dos abogados notarios (Baltodano y Alfaro) consiguió una autorización para elaborar unos poderes sobre las propiedades de la víctima.
De esta manera, con los documentos falsos, el imputado logró hacer el traspaso de patente del local que pertenecía al ofendido, así como trámites para quedarse con otros bienes.
Mientras la sentencia queda en firme, Gutiérrez permanecerá en prisión preventiva.