EL NARCOMENUDEO Y SU EFECTO EN EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA

  • Fiscal adjunto explicó que, aunque se trata de una distribución de droga a pequeña escala, el microtráfico de drogas trae consigo una serie de delitos paralelos y, por ende, importantes problemáticas sociales. 

 

Daniel Quesada Artavia    

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.    

 

27 de enero del 2023. El narcomenudeo o microtráfico de drogas consiste en la actividad ilícita de comercializar sustancias prohibidas en pequeñas cantidades, sin embargo, para el fiscal adjunto de San Ramón, Fernando Arguedas Rojas, sus efectos no son los de un fenómeno a pequeña escala, puesto que tiene entre sus consecuencias directas el aumento de la violencia en las comunidades. 

Este lunes, en el programa Frecuencia MP, el funcionario reveló que quienes se dedican a este negocio ilegal tienen como uno de sus objetivos conservar o hacer crecer el terreno en el que actúan, por lo que, en muchas ocasiones, cometen una serie de delitos violentos, como amenazas, agresiones y homicidios, para garantizarse su permanencia. 

“Las modalidades en que operan incluyen la venta en casas de habitación; en modalidad exprés, utilizando un vehículo automotor o una motocicleta; o en lugares dedicados al expendio y al consumo, lo que se conoce como búnkeres, donde las personas llegan a adquirir la droga e incluso duermen ahí mismo”, explicó. 

Los efectos paralelos de esta actividad en hechos de violencia incluso son palpables a nivel estadístico, puesto que, según explicó el fiscal, de los 33 casos de homicidios dolosos registrados en 2022 por la sede del Ministerio Público en San Ramón, al menos siete tuvieron su origen en alguna actividad relacionada con el narcomenudeo. 

Daño social. Arguedas destacó que es usual que estos delincuentes se ubiquen en sitios colindantes con escuelas o colegios, ya que una de sus tácticas es acercarse a personas jóvenes, en condición de vulnerabilidad, para ofrecerles los estupefacientes. 

“Hemos encontrado que estas personas incluso han reglado dosis a personas jóvenes o menores de edad, para que adquieran el gusto por la droga, reclutarlos como cliente y, entonces sí, empezar a venderles”, dijo. 

El experto llamó la atención por el hecho de que las sustancias que suelen vender en esta modalidad incluyen la marihuana, el crack y la cocaína, las cuales, apuntó, son altamente adictivas y, además, son relativamente accesibles por su precio, lo que propicia el consumo. 

Arguedas recomendó prestar atención a los movimientos que rompen con la dinámica habitual de una comunidad para, eventualmente, detectar si en algún punto se está comercializando drogas. 

La aglomeración de individuos en un inmueble, la entrada y salida constante de personas y vehículos o el intercambio de dinero o pequeños paquetes pueden ser señales sospechosas. Para denunciar de manera confidencial, sin exponerse, se puede llamar a la línea del OIJ 800-8000-645, o a la de la Policía de Control de Drogas: 1176. 

Si usted desea escuchar la edición completa de Frecuencia MP, puede hacerlo en este enlace. El programa se transmite los lunes a las 11:00 a.m. en Radio Columbia, 98.7 FM, y la página de Facebook del Ministerio Público.