23 de febrero del 2024.
La Fiscalía Adjunta de Liberia comprobó que un hombre de apellidos Varela Arrieta es responsable de cometer los delitos de homicidio, daños, tentativa de homicidio, robo agravado y privación de libertad. Por esa razón, este 23 de febrero, el Tribunal Penal de la localidad lo sentenció a 50 años de prisión.
De acuerdo con la acusación fiscal, el imputado, en conjunto con otras seis personas aún no identificadas, ideó un plan, el cual consistía en sustraer bitcoins (monedas virtuales).
En noviembre del 2021, el acusado contactó a una de las víctimas, quien era comisionista en la búsqueda de personas interesadas en adquirir dicho bien, y le ofreció el pago inmediato de $115.000, para la compra de las criptomonedas.
En ese sentido, el ofendido conversó con dos personas más (padre e hijo), quienes estuvieron interesados en ser intermediaros en el negocio. Por esa razón, ubicaron a un hombre, quien indicó estar interesado en vender sus bitcoins.
Bajo engaño, el 12 de noviembre de ese año, las víctimas acordaron encontrarse con el imputado en un centro turístico ubicado en Bagaces, donde se llevaría la materialización de la venta de la moneda virtual.
Una vez en el lugar, Varela se trasladó hasta una cocina y luego apareció con las otras personas no identificadas. La representante fiscal evidenció que llegaron con armas de fuego y amenazaron a los ofendidos, para que entregaran el dinero virtual.
En ese momento, una de las víctimas huyó, por lo que los hombres le dispararon, sin herirlo. Posteriormente, amarraron a los ofendidos que permanecía en el lugar y les taparon la boca con cinta adhesiva, mientras los golpeaban.
Según la prueba aportada por la Fiscalía, los hombres les quitaron a las víctimas sus celulares y billeteras, luego dispararon en contra de una de estas, ocasionándole heridas en el brazo, glúteo y pierna.
Para continuar con el plan, los hombres hincaron al propietario de las monedas virtuales y, bajo amenaza con arma de fuego, lo obligaron a realizar una transferencia de bitcoins, equivalente a ₡215.000.000 (doscientos quince millones de colones); luego lo hirieron en un brazo. Asimismo, se apoderaron de un carro y de una mochila, la cual tenía ₡4.000.000.
Una vez que consiguieron apropiarse de los bienes de las víctimas, introdujeron a los ofendidos en un vehículo y les rociaron una sustancia inflamable. Durante el trayecto de huida, dos de los afectados lograron escapar y pedir ayuda, sin embargo, Juan Carlos Jiménez Arguedas falleció, luego de que lo dejaran abandonado dentro del auto, al cual le prendieron fuego.
Mientras la sentencia queda en firme, el imputado debe permanecer en prisión preventiva.