22 de julio del 2024. Una mujer de apellidos Bejarano Barahona y su esposo, Salas Hernández, fueron sentenciados a prisión, luego de que la Fiscalía Adjunta de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes demostrara que son responsables de cometer el delito de trata de personas con fines de explotación laboral. La sentencia fue dictada por el Tribunal Penal de Pavas, el 10 de julio.
La imputada recibió una pena de nueve años de cárcel, mientras que Salas fue sentenciado a 24 años de prisión, pues el despacho también acreditó que es culpable de cometer cuatro delitos de abuso sexual, en perjuicio de una persona menor de edad.
De acuerdo con la pieza acusatoria, la ofendida nació en Nicaragua, donde fue criada por su bisabuela. Sin embargo, cuando esta tenía ocho años de edad, la mujer la entregó a la madre de Bejarano, quien residía en la ciudad de León.
En enero del 2017, la imputada visitó a su mamá y conoció a la ofendida, cuando esta tenía 11 años. El Ministerio Público probó que Bejarano aprovechó la historia de vida de la niña, para convencerla de que viajara a Costa Rica, donde le prometió un mejor futuro.
El 01 de febrero, la mujer trasladó a la ofendida en un autobús hasta el límite fronterizo, donde la ingresó al país de forma ilegal. Luego la llevó a su casa, en Alajuelita, lugar en el que vivía con Salas; ahí ambos la sometieron a explotación laboral.
La Fiscalía evidenció que los imputados la obligaron a levantarse a las 5:00 a.m. todos los días, para que realizara labores de limpieza, cocina, construcción y agrícolas. También le exigían trasladarse a una zona solitaria, para que alimentara a las gallinas y preparara bolsas de hielo para la venta.
Durante el juicio, el despacho demostró que Salas aprovechó la cercanía y convivencia con la víctima, para cometer agresiones sexuales en su contra.
Los imputados deben permanecer en prisión preventiva a la espera de que la sentencia quede en firme.