- Fiscalía demostró que el imputado también golpeó a la pareja y les prohibió salir de la casa.
08 de enero del 2025. La Plataforma Integrada de Servicios a Víctimas (PISAV), sede San Joaquín de Flores, logró que se mantuviera en firme la sentencia condenatoria dictada en contra de un hombre, de apellidos Cordero Mena, quien fue hallado culpable de cometer los delitos de tentativa de homicidio, maltrato y restricción a la libertad de tránsito. Por esa razón, esta persona debe descontar una pena de 18 años de prisión.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Penal de la zona, en febrero del 2024. Sin embargo, la defensa del imputado apeló la resolución, la cual fue rechazada por el Tribunal de Apelación de la Sentencia. Ante esa situación, el representante de Cordero también recurrió con un recurso de casación, pero fue declarado inadmisible.
Los hechos demostrados ocurrieron en el 2023, cuando el imputado y la ofendida mantuvieron una relación de hecho, de la cual la mujer resultó embarazada. Para ese momento, la pareja vivía con un hijo de la ofendida, en Santa Bárbara de Heredia.
El 09 de mayo, la víctima se encontraba con su hijo, cuando el imputado llegó bajo los efectos del alcohol. El despacho demostró que el hombre pellizcó al niño en sus brazos y muslos, incrustándole las uñas, hasta causarle heridas abiertas en la piel.
Tras la agresión, el ofendido empezó a llorar, por lo que Cordero lo golpeó en la cabeza, ocasionándole enrojecimiento en la frente. En ese momento, la mujer acudió para auxiliar a su hijo y el imputado la pateó por la espalda, aún sabiendo que se encontraba embarazada.
Según demostró la PISAV, la ofendida le pidió al imputado que llamara al servicio de emergencias, sin embargo, este omitió su solicitud y, a su vez, se abalanzó en contra del niño y lo presionó por el cuello fuertemente, por lo que esta intervino nuevamente para que lo soltara.
Minutos después, cuando el ofendido se durmió, el imputado golpeó a la mujer y le dijo que no los dejaría salir de la casa, y cerró con llave la puerta de acceso.
Al día siguiente, la ofendida le pidió al hombre que le permitiera salir a tender una ropa, lo cual ella aprovechó para llamar al 9-1-1. De esa manera, oficiales de Fuerza Pública se presentaron al lugar, para detener al imputado y trasladar a las víctimas a un centro médico, para su respectiva valoración.