El avance de las tecnologías, además de sus numerosos beneficios, también ha sido aprovechado por los cibercriminales, que constantemente crean nuevos métodos para cometer delitos; por eso, conocer los métodos de investigación más actualizadas, es crucial para hacer frente a ese fenómeno.
Gracias a un intercambio de experiencias entre España y Costa Rica, el 18 y 21 de julio, la Unidad de Capacitación y Supervisión (UCS) desarrolló un curso sobre ciberdelincuencia, que se enfocó en brindarle al personal fiscal conocimientos acordes con la evolución de la criminalidad en medios electrónicos, para mejorar el abordaje y tramitación de estos delitos.
En el curso, desarrollado con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) a través del Programa de Cooperación Técnica, participaron fiscalas y fiscales de Cibercrimen y de las fiscalías de Cañas, Liberia, Pérez Zeledón y Pococí, entre otros despachos del Ministerio Público; además de personal de la Sección Especializada de Cibercrimen del OIJ.
Sergio Castillo Quesada, fiscal coordinador de Fiscalía Adjunta de Fraudes y Cibercrimen, afirmó que “la nueva realidad convierte a la sociedad contemporánea en una ciber-sociedad, con todos los beneficios que supone la universalización del conocimiento; sin embargo, estos beneficios de comunicabilidad también son aprovechados para la comisión de hechos criminales”.
“Costa Rica no escapa a esta realidad, la cual obliga al Ministerio Público a buscar alianzas estratégicas, de cooperación internacional, capacitación del recurso humano, adquisición de equipo informático adecuado y de software actualizado”, agregó Castillo.
Por su parte, la Fiscala Adjunta de la UCS, Mayra Campos Zuñiga, indicó que “estos esfuerzos de intercambio de experiencias son una forma de fortalecer no solo el conocimiento sino las competencias que exige este tipo de criminalidad; estamos convencidas que la mejor herramienta para combatir esta delincuencia es con una sólida formación y con el análisis de casos”.
Este curso fue facilitado por Elvira Tejada de la Fuente y Diego Alejandro Palomino.