La Unidad de Capacitación y Supervisión (UCS) del Ministerio Público (MP) desarrolló la capacitación “Síndrome de Burnout y sus técnicas de afrontamiento”, la cual estuvo dirigida a personas funcionarias de distintas Fiscalías del país.

La capacitación se realizó el 09 de agosto, bajo la modalidad virtual, y tuvo como objetivo identificar conceptos básicos, síntomas a consecuencia de este mal y las acciones que se deben ejecutar ante las instancias pertinentes, para autogestionar el bienestar propio, así como sus estrategias de afrontamiento.

Los contenidos fueron abordados por la facilitadora de la UCS, Priscila Elizondo Hernández, quien abordó temas como los componentes del síndrome, signos de alarma, síntomas físicos, emocionales, conductuales, organizacionales, entre otros.

Para la experta, este espacio formativo permitió reconocer que el Síndrome Burnout es una enfermedad a la que cualquier persona puede estar expuesta, por lo que es importante buscar la forma de prevenirlo con alternativas que permitan continuar con una actividad laboral sana, para evitar que el trabajo las consuma.

Por su parte, la participante del taller, Alejandra Aguilar Delgado, funcionaria de la Oficina de Atención y Protección a la Víctima del Delito, manifestó que “cada cierto tiempo un trabajador, por su propia salud mental y física, debe de replantearse las estrategias de afrontamiento, ya que, aunque se esté realizando un trabajo monótono, el mundo cambia día con día y las personas no se quedan estáticas, es por eso, que si no se realizan pequeños cambios se puede enfrentar un burnout y esto es una caída en desnivel de la cual va a costar mucho levantarse”.

De acuerdo con la fiscala adjunta de la UCS, Karen Valverde Chaves, el MP no solo tiene como responsabilidad generar espacios de conocimiento jurídico, sino también acciones formativas que permitan mejores y mayores condiciones de bienestar laboral. “Para lo que se requiere identificar situaciones de riesgo, como la que fue objeto de esta actividad”, señaló.

Durante la sesión, las personas interactuaron a través de herramientas digitales y videos, con los que intercambiaron experiencias y anécdotas. De esa manera, pudieron aprender y crear espacios de retroalimentación.